ALUBIAS BLANCAS CON PERDIZ
A más de una persona se le va a hacer la boca agua con este plato, doy fe de ello, en mi primer relato creo haber comentado que yo nací en La Mancha, concretamente en un pueblo de la provincia de Ciudad Real, y que deciros que lo que más abunda por esas tierras es la caza, (entre otras cosas) y las perdices es una de las muchas especies de las que hay, aparte de otras cosas buenas de las que puedo presumir por ser de allí.
La especie de perdiz roja es la más apreciada por cazadores y cocineros, ya que su sabor es inigualable, y ellos lo saben realzar de las más variopintas maneras .
Llegado el tiempo de la caza, hay muchos aficionados que se desplazan desde todas partes de España, por estas tierras manchegas. A pesar de que ahora se practica más como un deporte, hubo un tiempo en que era el sustento de muchas familias, ya que había pocos recursos económicos. Este podría ser el caso de mi añorado padre, que aunque su afición preferida era la caza, no tenia por menos que salir a buscar el sustento de la familia. Aún recuerdo como se colgaba su escopeta al hombro y se marchaba al monte, a su vuelta venia invariablemente con su morral lleno de caza.
No quiero extenderme más en detalles, pues serian muy largos de enumerar, así sin más os pongo a continuación la receta de hoy.
INGREDIENTES:
Medio kilo de alubias blancas
Dos perdices
Dos cebollas
Dos dientes de ajo con piel
Una ramita de tomillo
Vino blanco
Harina
Aceite de oliva virgen
Sal
ELABORACIÓN:
Pondremos las alubias a remojo la noche anterior.
En una cacerola cubriremos las judías con agua fría y las ponemos a cocer a fuego muy lento durante una hora.
Atar bien las perdices; salarlas y enharinarlas.
En una cazuela de barro con seis cucharadas de aceite de oliva virgen, dorar las perdices por todos lados. Sacar de la cazuela y reservar.
Verter en la cazuela las cebollas finamente picadas junto con los ajos sin pelar. Cuando esté pochada, con un color y olor apetecibles, incorporar las perdices, regar con un chorrito de vino blanco, incorporar la ramita de tomillo y dejar hacer bien tapadas hasta que estén tiernas. Retirarlas de nuevo y dejar enfriar.
A continuación deshuesar las perdices e incorporar las alubias que hemos cocido junto con las perdices a la cazuela de barro. Hacer a fuego suave unos cinco u ocho minutos más para incorporar bien los sabores. Rectificar de sal. Mover la cazuela en vaivén, no remover con un cucharón.
PD: Al sofrito también se le puede añadir una cucharadita de pimentón dulce de la Vera.
Acompañar este plato con un vino tinto, si es manchego mejor.
!! DISFRUTAD DE ESTE MANJAR !!